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lunes, 26 de enero de 2015

¿Cómo ser un Brander?

Fuente: branzai.com

Si quieres salvar vidas, estudias medicina. Si quieres conectar ciudades, ingeniería. Si quieres desvelar los secretos del cosmos, astronomía. Y si quieres una profesión creativa, publicidad.

Todos tenemos muy claro cuál es el camino para algunas de las profesiones más comunes en nuestro país, todos tenemos muy claro el recorrido que necesitamos para destacar en cada una de ellas.

Pero son muchas las profesiones que nacen cada año y para las que no hay una estructura predefinida, ni un camino marcado. Algunos dicen que la mayoría de las ocupaciones que tendrán nuestros hijos, hoy todavía no existen.

Digamos que la vida avanza más deprisa que nuestra educación y que el sistema tradicional no propicia una combinación de aptitudes teóricas y prácticas que nos permitan tener muy clara nuestra elección.

Muchos son los alumnos, y los curiosos que nos preguntan, ¿Qué tengo que estudiar para esto del Branding? ¿Cómo ser un Brander?

Para los que llevamos más de una década en esto, nos resulta difícil pensar en el camino que hemos recorrido y en el que se debería recorrer, porque no entendemos esta disciplina sin el fruto de la experiencia, proyecto tras proyecto.


Ya os contamos que el Branding no es para nada una ciencia, sino una mezcla de suerte, sentido común, arte y analítica. 
Pero aun así, haciendo una reflexión sobre el tema, podemos identificar algunas aptitudes y actitudes que conforman a algunos de los mejores Branders que hemos conocido estos años.

¿De dónde vienen? ¿Qué estudiaron? ¿Qué puede ayudarte a desarrollarte como Brander? ¿Qué echamos en falta hoy en esta profesión?

Lo primero, entender que es un Brander. Un Brander es un profesional de la creación y gestión de marcas que entiende el branding como un proceso de trabajo en el que se crea valor y preferencia por una marca frente a otras. Un proceso que tiene como objetivo crear un significado poderoso para mejorar la competitividad de una compañía.

Como en muchas profesiones, los buenos Branders tienen especial dificultad para separar un trabajo de una pasión. O se es curioso o no se es. Y la gran mayoría de los branders lo son.

Partiendo de esto, un Brander necesita la mezcla de varias aptitudes y actitudes:

Una capacidad analítica y racional, que le permita evaluar escenarios y opciones tras el análisis de múltiples cantidades de datos. Encontrar una evidencia o una realidad sobre la que trabajar.

La habilidad de encontrar un camino donde otros no lo ven, el pensamiento disruptivo, la creatividad y el ingenio, son sin duda algunas de las cualidades fundamentales.

Curiosidad extrema. Estar siempre atento a lo que pasa en su entorno, las nuevas referencias, casos, inspiración que aportan aire fresco a su trabajo y al de sus compañeros.

Inteligencia emocional. Si no sabe conectar con las emociones humanas, si no es capaz de empatizar con los demás, es imposible que sea capaz de conectar una marca a nivel emocional con sus audiencias. Y mucho menos trabajar con el equipo creativo, con una sensibilidad muy especial.

- Pensamiento estructurado. Parece sencillo, pero es complejo. Ser capaces de poner orden a nuestras ideas en un pensamiento lógico que podamos transmitir a los demás, es la diferencia entre hacerte entender o no.

Habilidades comunicativas. Si no comunicas, no existes. Es básico, saberse expresar con claridad, transmitir seguridad y resolver inquietudes de forma convincente.

Sentido común. A veces la solución más fácil es la más inteligente, y es uno de los sentidos menos comunes en nuestra sociedad. Ser práctico, directo y resolutivo ayuda mucho en tu día a día.

Por lo que los caminos para llegar a ser un Brander pueden comenzar desde muchos puntos de partida:

- ADE (Administración y Dirección de Empresas): Ayuda a entender la realidad de una compañía, su gestión, la creación de valor y las reglas de competitividad básicas que debemos conocer. Una visión de negocio que sin duda es vital si quieres ayudar a una compañía a través de su marca.

Especialidades en Marketing: Aportan un enfoque muy práctico de las teorías generales de la competitividad y del posicionamiento de una compañía en un mercado.

Publicidad y Comunicación: una visión más emocional del papel de una marca, que nos ayuda a visionar la activación de la misma, las reglas de los canales y lo que necesitan las diferentes audiencias. Un punto de partida muy cercano al branding.

Psicología, Sociología: estas son quizás mis disciplinas favoritas y de las que menos veo en mi sector. Gente con la capacidad de entender el funcionamiento de nuestra mente y activar los mecanismos necesarios para construir un significado, una percepción o una preferencia. Sin duda un gran camino para incorporar nuevos perfiles.

Periodismo: Grandes copies que han logrado especializarse en story telling para marcas, nombradores o identidad verbal, cobran un papel fundamental dentro de las consultoras de branding.

Ciencias puras (estadística, física, química, matemáticas): estas disciplinas otorgan un pensamiento muy estructurado, racional y metodológico, lo que ayuda mucho en el campo del análisis. Si la persona tiene una capacidad creativa y emocional adecuada, puede llegar a ser un buen brander.

Sea cual sea el camino escogido, todos ellos tienen que combinarse con una serie de actitudes fundamentales, que ayudan a conformar lo que realmente es un brander.

Si tuviéramos que fundar una carrera reglada sobre branding, no me cabe la menor duda que tendríamos que coger lo mejor de varias disciplinas y sumarle ciertas cosas que no podemos aprender estudiando. El sentido común, la capacidad creativa, la curiosidad, la pasión, el factor disruptivo, habilidades comunicativas, empatía, sensibilidad, planificación, trabajar bajo presión y orientado a resultados.


Si tuviera que definir lo que más me ha ayudado en estos años, tendría que decir que me han servido más las Actitudes, que las Aptitudes. Es decir, aquellas cualidades que no pueden aprenderse que lo que se estudia en un libro, ya que la experiencia y los proyectos han hecho el resto.

Aprender a hacer un eje de posicionamiento es fácil, pero aprender a encontrar una solución ingeniosa, no lo encontrarás en un libro.

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