El equipo de Real Madrid alcanza su Undécima Copa de Europa el pasado 28 de Mayo.
Existen historias que nos gustaría que se repitan y otras no pero dependerá desde el punto de vista que lo tomemos. Según la cultura asiática el balance entre el ying-yang hace posible que nosotros tengamos una vida llena de plenitud y que las decisiones que tomemos serán respaldadas con las consecuencias de las mismas. Sin un balance en la vida es probable que tuviéramos miedo, angustias, complicaciones y demás, como nos ha demostrado la historia el exceso siempre es malo.
Todo en la vida se trata de trabajar, trabajar y trabajar para lo lograr lo que uno se propone, hablamos desde el punto de vista en donde uno se plantea objetivos y metas por alcanzar.
No existen metas tan alta, ni mente que no las quiera lograr.
Hemos hablando muchas veces que el querer es poder y cuando uno quiere siempre puede y en ocasiones el trabajo en equipo sale a la luz cuando de manera organizada y consensuada se logra. Pero el espíritu de poder lograr dicha meta influye directamente en las acciones de las personas como equipo.
Es demasiado difícil poder controlar la mente de las personas pero nuestra labor es poder influirlas en que puedan tomar la decisión acorde a las necesidades del momento, no podemos incriminar o discriminar a las personas que no lo hagan, porque es su elección y la elección, mi querido lector es la oportunidad que todo ser humano tiene en la vida poder elegir si quiere ser feliz o no, si quiere tener salud o vivir enfermo, si desea compartir su fe o vivir desdichado, todo dependerá de la persona que la transmita.
Nos gustaría que todo exista en la mejor manera posible, que se pudieran cumplir todos nuestros deseos y anhelos pero no se vería reflejado en el trabajo diario que realizamos, porque sin esfuerzo no existe recompensa.
Las historias se pueden volver a repetir siempre y cuando los protagonistas así lo decidan y la fortuna también les acompañe, porque por cada acción que realizamos nos lleva algo de suerte. Porque la creatividad, la suerte o cualquier otro detalle que se pueda catalogar de extraordinario sólo llegara cuando se encuentren trabajando en ello.
En fin, sólo nosotros seremos capaces de escribir nuestro propio futuro.