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viernes, 6 de mayo de 2016

Marca: la delgada linea de la solidaridad

Almacenes Tía se ha comprometido en contribuir con 3 millones de bloques para la construcción de 20.000 casas para los damnificados del terremoto del pasado Abril.

Después de lo acontecido el 16 del pasado Abril, vamos a tener un mes del terrible suceso, un terremoto afecto duramente a las zonas costeras de Manabí, Esmeraldas y provincias cercanas a ellas sufriendo los estragos de este siniestro. Los ecuatorianos nos volvimos volcados a la ayuda y a la solidaridad que nos caracteriza pero muchas de las marcas no supieron como actuar en momentos de desastre.

Una de las virtudes de las marcas, es poder posicionarse en la mente del consumidor de una manera positiva, en cuanto existe alguna emergencia o situación delicada, sale todo un equipo de profesionales del área de relaciones publicas, marketing, agencias de publicidad, medios y demás para poder echar una mano a la situación.




Ocurre que ninguna marca está lista para una emergencia.

Principalmente porque la marca, en muchos aspecto son aspiracionales, pero ¿cómo puede ser aspiracional en momentos de desastre?. En esos casos, muchas marcas ingresaron con la solidaridad que les caracteriza, hablamos de compartir, colaborar, ayudar y gestionar lo que en sus manos estuvo posible. En ese preciso instante las marcas deben de unirse a lo que la comunidad les piden que hagan, porque las marcas se vuelven humanas.

La decisión apresurada de los directivos por no saber que hacer ante la situación, es muy importante identificar este tipo de acciones realizadas para no repetirlas en el futuro, gestionan actividades o acciones que no están vinculadas netamente con la marca o a su vez desean realizarlas en base a un acuerdo comercial y de esa manera, no es bien visto por la comunidad.




Un desacuerdo en la comunicación de la marca,
puede perjudicar su percepción trabajada por mucho tiempo.



Una empresa está hecha para ganar dinero es una ley sine qua non pero se ven en la disyuntiva de poder seguir generando sus ingresos comerciales mediante sus clientes y colaborar al mismo tiempo con los damnificados, existe esta complejidad debido a que la situación es delicada para ponerse a vender en tiempos de crisis.

Otros marcas realizaron actividades de entrega y ayuda a los más afectados de la región lo cual tuvo una excelente percepción entre sus consumidores.

Pero después del desastre no puede detenerse absolutamente nada.

Las marcas han aprendido a ser humanas y adaptarse a las situaciones más difíciles que les había podido pasar, hablamos de que una marca ha demostrado tener valor únicos e imperecederos algo que en muchas ocasiones no ha demostrado por muchas situaciones que podrían ser intervenidas entre económicas, sociales, políticas y demás.




Cabe mencionar que este tipo de sucesos suelen tomarse de que las marcas desean ser recordadas y en base a esa buen gestión humana, el resto que las contempla recuerda positivamente el uso de las mismas para poder luego adquirirlas, simplemente son situaciones que tienen un alto impacto de recordación que lo único que debemos de buscar, es que si estuvimos en el momento oportuno y con el mayor acierto en nuestras decisiones.

El Ecuador se encuentran en constante cambios, todavía existen poblaciones que no llega la ayuda al 100%, Portoviejo, Manta y otras ciudades afectadas poco a poco han empezado de nuevo con la comercialización de sus productos o servicios porque no podemos detener las ganas de avanzar y de sobrepasar este desastre que afecto a todos.  







Una foto publicada por De Prati (@deprati) el

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