Fuente: plens.es
Realizar una transformación de un logotipo a una marca es un proceso que requiere de mucho esfuerzo e involucramiento de la empresa que lo contrata. Hablamos de convertir una imagen en un valor intangible que podrá perdurar durante mucho tiempo y que deberá de tener la capacidad de poder influir en el comportamiento de compra del consumidor.
Hablar de diseño gráfico no es tarea fácil, cada profesional tiene un modus operandi para cualquier trabajo, no se podría comparar con el arte porque influye más la inspiración que la transpiración de obtener una idea que pueda llegar a influir en una gran cantidad de consumidores, a diferencia del arte que en muchas ocasiones se determina por la particularidad y gusto del que lo admira y compra.
Dicho proceso debe de llevar a trabajar junto con las personas involucradas, mayormente, empleados, proveedores, clientes para obtener una visión clara de hacia donde está yendo la empresa y como quieren que nos perciban, no hablamos de una imagen sino más bien de una identidad marcaría que pueda impregnarse en la mente del consumidor.
El convertirse se trata de eso, poder involucrar a todos los aspectos relevantes y unificarlos en un solo hito para su comunicación como es la marca.
Muchas de las grandes marcas empezaron siendo un logo y el trabajo que han alcanzado se ha podido percibir luego de décadas, otras han tenido suerte pero en su gran mayoría se deberá medir la perseverancia y muchas veces la paciencia, porque los tiempos cambian y las estrategias deben de ajustarse a esos cambios.
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