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lunes, 14 de septiembre de 2015

Branding y los mensajes genéricos.

Fuente: Tomada por el autor

En ocasiones nos aprovechamos de mensajes predeterminados para el consumidor, puesto que ha estado muy involucrados con ellos. Por ejemplo, la marca de helados Pingüino, utiliza mucho el tema de la felicidad, algo que es muy parecido a lo que usa Coca Cola, hasta podíamos acusar a la marca de usar los mismo elementos visuales, rojo, familia, amigos, diversión, etc. Con mucho cuidado, una marca está en un segmento de helados y otras de gaseosas, en ningún momento deberían ser competencia.


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Fuente: Behance.com

Fuente: Mercado Libre

Pero esto no es ninguna novedad entre las marcas. Esta clase de cosas, ocurren porque las personas generan empatía hacia lo conocido, no sobre lo desconocido y muchas de ellas utilizan los mismos elementos visuales, no hablo de estructura de comunicación o mensaje publicitario, sino más bien elementos conocidos para el consumidor.

En el caso de la salsa de tomate, no hay mucho de que hablar, casi toda su estructura visual es la misma. Cuando el consumidor se encuentra en la percha tendría dos opciones o elige la que conoce o elige una nueva, en base a lo que ha escuchado de la marca, ahí mis queridos lectores, es donde entra la publicidad, para repetir el mensaje y que la frecuencia de la misma, invite a usar este producto “diferente”.

Fuente: laprimeraplana.com.mx

Otro caso podríamos decir que son las marcas para el uso diario como los desodorantes. Existen una gran variedad de las mismas y cada uno tiene un empaque diferente. En ese punto podríamos decir que, los mensajes deben de ser personalizados y diferenciadores. Pero cuidado, no quiere decir que en otros segmentos de mercados no ocurra, como en el caso de la salsa de tomate, que podría tener su mensaje diferenciador pero que al final el estándar de comunicación en su segmento es igual.

Fuente: elcuerpo.es

Fuente: tia.com.ec


La recomendación para estos casos sería, cada marca debe de aprovechar los elementos de comunicación conocidos por el consumidor pero que le diga algo diferente, no el mismo texto preestablecido como lo es en el sector de la belleza y salud, “consume este producto para verte hermosa” o cualquier sinónimo que pueda encontrar el redactor creativo. Sino más bien hacer un balance entre las palabras positivas de la marca y las palabras conocidas o repetidas por el consumidor para que así se vuelva una sinergía al momento de desarrollar la comunicación.


Recuerden, una cosa parecerlo y otra es serlo, cualquiera de las dos el consumidor lo nota.

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