Fuente: emogenica.com
Voy a empezar con una analogía que me parece propicia para este tema, el cual leí hace tiempo atrás. En el matrimonio la pareja desea compartir su vida por el mayor tiempo posible, generando una promesa la cual les permite a los dos a comprometerse por la felicidad del otro. En los negocios es igual, actualmente la nueva publicidad es el engagement (conectar) vincularse con el consumidor mediante la promesa de marca, lo que dice que va a suceder al momento de consumidor su producto/servicio.
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Recuerdo en algún momento estar dentro de un restaurante y percibir, desde el momento que se entregue la carta hasta que le sirvan, considero que es solo el 10% o 20% de la experiencia de consumo, el porcentaje más alto se lo lleva el plato de comida quizás un 50% o 60% y al finalizar pero no menos importante es cuando llega la factura. Todo ese trayecto de consumo genera una percepción por parte del comensal para recomendar o no el restaurante. Deseo hacer un paréntesis, debido a que estos procesos han cambiado y estamos más acostumbrados a buscar por internet las opiniones o comentarios sobre un lugar en especifico que consultar a nuestros amigos más cercanos o familiares, según como lo menciona Google ese tiempo/espacio lo llama Zero Moment of Truth.
Pero la vida la marca es así, un consumidor jamas podrá tener una perspectiva del producto/servicio hasta que no lo haya experimentado, a excepciones de marcas que se posicionan como marcas aspiracionales, en donde el consumidor considera que son marcas buenas pero que será difícil obtenerlas tan pronto, podríamos mencionar marcas como Rolex o Ferrari.
Fuente: Tomada por el autor
Promesa
Fuente: Tomada por el autor
Realidad
Entonces que sucede con el tema de la promesa, en donde se debe de influenciar para que pueda ser utilizada, pues déjenme decirles que en todos los aspectos de la empresa debe de notarse dicha promesa, para los empleados, para los proveedores, para los clientes, hasta para la competencia, debido a que, si nosotros generamos una promesa de ser siempre los mejores, todos, absolutamente todas las personas que quizás nunca hayan consumido nuestro producto, su percepción será siempre la mejor, debido a lo que dicen de nosotros, no lo que nosotros decimos que somos.
Comprendo que lastimosamente existe muchas variables que deben de ser meticulosamente analizadas para el beneficio de la empresa pero les dejo unas que podrían analizarlas (Forbes México):
1. Relevancia: Analizar qué es lo que necesitan los clientes, no lo que quieren (ya que quieren todo).
2. Coherencia: Entre lo que es la compañía y lo que dice ser. Decida qué es lo que su empresa hace mejor —añade valor— y construye tu promesa alrededor de ello.
3. Diferenciación: Lo que me hace único en relación a la competencia, lo que define y distingue a su organización.
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