Por: Ricardo Wilson
Fuente: ifpaginasweb.com
Tiempo atrás pregunte a un grupo de nuevos alumnos el por que querían estudiar diseño, las
respuestas fueron varias y la verdad, inesperadas: ‘Porque me gusta dibujar’ dijo uno, ’porque
podremos trabajar en la computadora’ dijo otra, y no seria para mi un problema mayor de
concepción general hasta que uno me contesto ‘es porque soy creativo’, algo que sin lugar a
dudas haría revolcar en su tumba a grandes maestros como Otl Aicher.
Muchas preguntas surgen en el día a día, y una de ellas es la que más me pesa, ¿cual es nuestro
verdadero oficio? Para hablar de qué deberíamos estar haciendo primero es fundamental hablar
sobre algunas percepciones que se tienen acerca del profesional en si, y ojo, una visión
netamente local, porque habrán casos en otros lares que estas percepciones serán
completamente distintas.
Por el manejo con clientes y por simples conversaciones con amigos durante los años he podido ir
armando un perfil sobre las concepciones que se tienen acerca de un D.G. y la verdad que en un
global de opiniones y de manera general se puede percibir que existen prejuicios sociales que han
logrado producir muchos daños en la concepción real de ser un Diseñador Gráfico, hay una idea
común y muy falsa acerca de la profesión, la idea de que por ser ‘creativos’ es que estamos en
esto, y es esa idea la que a final de cuentas desemboca en muchos más problemas y a la final, el
irrespeto total hacia lo que somos y lo que hacemos.
El ser creativo es un rasgo de personalidad y no nos debe definir como profesionales, la
creatividad llega como parte de un proceso estructurado de pensamiento, no nos pega en la
cabeza de repente, porque hasta para los señores publicistas, llegar a una idea ‘creativa’ les toma
tiempo de pensamiento, no se acuestan en el piso a esperar que llegue. Ojo, y no solo eso, la
creatividad puede ser parte de cualquier profesión por eso mismo, porque es un rasgo de
personalidad y no algo que viene con la profesión.
Dentro de este camino lleno de prejuicios y de irrespeto tenemos como consecuencia de que
algunos clientes tengan la idea de que solo hacemos dibujitos o que sabemos usar bien la
computadora, y que por eso no deberían pagarnos lo que pedimos, y que aún así al ser
contratados se toman decisiones en base al gusto del mismo cliente sin considerar nuestra
preparación y que lo que se propone es la solución. No generalizo en este punto, porque hay
clientes y hay clientes también, pero con años de experiencia en esto he podido encontrarme con
ambos.
Fuente: alfredovela.wordpress.com
Con el pasar del tiempo se ha vendido mal la profesión, y ese encaminamiento hacia el ser
creativo ha venido afectando la muchas cosas, y gracias a ese perdido respeto es muy común que
a nosotros se nos pidan cosas con el fatídico término ‘para ayer’ y cuando eso es una verdadera
falta de respeto hacia lo que hacemos, porque no somos seres nocturnos, tenemos que dormir la
misma cantidad de horas que el resto, porque somos personas que tienen vida social, porque no
dependemos de ninguna sustancia psicotrópica para crear y comunicar, no somos adictos a la
comida chatarra, no somos ninguna especie de mago que puede hacer aparecer cosas de la nada
de un rato para otro y peor aún, no somos personas que solo estudiamos bachillerato para ser
considerados la ultima rueda del coche de un departamento de diseño dentro de cualquier
agencia. Si usted siente que si lo es y entra dentro de cualquiera de estas características, le invito
a dejar de leer y seguir con su visión de la profesión.
Tengan presente que nadie paga extra por un rasgo de personalidad, de ahí también la pérdida
del respeto hacia la profesión, de parte del resto y de nosotros mismos hacia la sociedad.
Es ahí cuando el oficio del diseñador pasa a cumplir los designios del cliente y no a resolver un
problema de comunicación, cuando diseñamos por necesidad y aceptamos proyectos que no
queremos o de los cuales no compartimos principios éticos, cuando la estructura de un proyecto
se derrumba por el sesgo del gusto, cuando no defendemos lo que hacemos por temor a ‘perder la cuenta’ y cuando el desvelarse o trasnochar se vuelve parte del día a día y con una sonrisa
fingida contestamos después ‘Es que así toca’, es ahí cuando estamos perdiendo la verdadera
razón de nuestro oficio, y mucho más importante, el respeto hacia esta.
Hemos estudiado para ejercer la profesión, nos hemos preparado para esto, no es un simple
destello de creatividad, no es un simple trasnoche, por eso a la larga se fundamenta en que el
cliente no confía en nosotros por esas concepciones, y al no confiar no se termina de desarrollar
por completo el ser Diseñador Gráfico.
Señores, no se ustedes, pero yo no me queme las pestañas durante tanto tiempo para todo esto.
2 comentarios:
A la final nunca dijiste que SI es un diseñador gráfico !???
Este fue más un análisis sobre el oficio del diseñador gráfico.
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